Sofía
Capital y ciudad más grande de Bulgaria, la historia de Sofía se remonta a épocas remotas, siendo edificada por el pueblo tracio de los “serdis” hacia el siglo VIII a.C. y refundada por los romanos en el año 29 d.C. A lo largo de varios siglos Sofía desempeñó un importante papel para el Imperio Romano y es por eso que hoy en día en el centro de la ciudad quedan muchos restos de palacios o edificios urbanos de la ciudad romana de Sérdica. Los principales puntos de interés de la ciudad son:
Rotonda de Sveti Giorgi
(San Jorge), un pequeño templo del siglo IV ubicado en la parte posterior del Palacio de la Presidencia, cuyos frescos interiores datan entre los siglos X y XIV.
Teatro Nacional, es el más antiguo e importante teatro del país y una de las instituciones principales de Sofía con su fachada principal orientada al Jardín Municipal, un pequeño y apacible parque situado en medio del centro de la ciudad, muy concurrido por familias y jubilados.
Palacio Real, construido originalmente como sede del gobierno otomano, en 1887 pasó a convertirse en la residencia oficial de la familia real búlgara hasta que los comunistas llegaron al país. Actualmente es la sede de la Galería Nacional de Arte y del Museo Etnográfico.
Iglesia Rusa de Sveti Nikolai
(San Nicolás), construida para la comunidad rusa de Sofía en 1914, esta pequeña iglesia presenta cúpulas doradas y llamativos mosaicos en su exterior.
Catedral de Alexander Nevski, con su colección de iconos y la antigua basílica de Santa Sofía. La Catedral de Alexander Nevski, construida en el siglo 20, es una de las mayores en la Península Balcánica y se ve desde muchas partes de la ciudad con sus cúpulas doradas. Algo muy interesante es que allí se puede organizar un “concierto a capela”, interpretado por el coro de la catedral.
Museo Nacional de Historia, situado en el antiguo palacio comunista presidencial, exhibe una completa colección de tesoros dorados tracios, uno de los más antiguos del mundo, además de estatuas romanas y trajes tradicionales.
Iglesia de Boyana, situada a unos 10 kilómetros del centro de Sofía, en el próspero barrio de Boyana, esta pequeñísima iglesia del siglo XIII alberga hasta 90 excepcionales murales medievales que le han valido para ser incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Parque Nacional Vitosha,
situado al sur de Sofía, incluye las montañas Vitosha, de unos 25 kilómetros de largo y con alturas superiores a los 2000 msnm. Ofrece múltiples posibilidades de actividades al aire libre, como el senderismo y MTB, y en invierno alberga un popular centro de esquí.
Plovdiv y montañas del sur
El sur de Bulgaria es una región rica en paisajes, alternando montañas y llanuras, pero también de una historia y cultura fascinantes. Antes de nuestra era, este fue territorio de los tracios, un grupo de tribus guerreras de las que no se conoce mucho ni dejaron documentos escritos, pero que dominaron gran parte de la actual Bulgaria, noreste de Grecia y la parte europea de Turquía. A los tracios siguieron los romanos, eslavos, bizantinos y turcos, quienes completan el crisol de culturas que han dado forma a esta parte del país.
Plovdiv, es la segunda ciudad más grande de Bulgaria y está situada en la Llanura Tracia Superior, a orillas del rio Maritsa. Plovdiv es una de las ciudades más antiguas de Europa, y su historia se remonta al año 5000 a.C. El casco antiguo es un verdadero museo arqueológico al aire libre que cuenta con incalculables vestigios de los tiempos de los romanos. El gran valor de su patrimonio le valieron para ser nombrada Capital Cultural Europea en el año 2019. Entre los principales atractivos de la ciudad se encuentran el antiguo Teatro Romano, el Estadio Romano, la iglesia de los Santos Constantino y Elena, y el Museo Etnográfico.
Viñedos cercanos a Plovdiv, producen vinos tintos de gran calidad y densos, con potencial de maduración, gracias a las adecuadas condiciones climáticas de esta región de la Llanura de la Tracia Superior. La presencia de viñas y bodegas permiten además organizar interesantes visitas a sus viñas, salas de producción y bodegas, las cuales acaban con una degustación de vinos seleccionados acompañados de queso y salame.
Kostandovo, pequeña ciudad en la que se encuentra una emblemática fábrica de alfombras búlgaras. Aquí también se encuentra el telar de tejido a mano más grande de Europa, capaz de tejer alfombras con una impresionante superficie de 160 metros cuadrados.
Monasterio de Bachkovo, es un hermoso monasterio del siglo XI, y el segundo más grande de Bulgaria. Aún en funcionamiento, en su patio se conserva un árbol Jindji de más de 300 años. En su interior conserva notables frescos y murales de diferentes épocas y es considerado como un importante guardián de la cultura y el idioma búlgaro.
Montañas Rila, grupo de hermosas montañas que cubren una superficie total de 2.650 km2, donde existen cientos de lagos, arroyos y vertientes naturales que riegan de agua pura sus bosques, valles y laderas. La zona es ideal para practicar senderismo, y en invierno acoge los mayores centros de esquí de Bulgaria. Las montañas albergan los 7 lagos de Rila, que resultan ser perfectos para excursionistas experimentados, pero también para los amantes de la naturaleza con menos experiencia en el senderismo.
Monasterio de Rila, el monasterio más grande y más importante de Bulgaria, el monasterio de Rila fue construido en el siglo X en un hermoso valle boscoso de las montañas Rila. En su interior alberga valiosos cuadros, miles de manuscritos, libros antiguos y obras maestras talladas en madera. El monasterio fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en el año 1983.
Parque Nacional de Pirin, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1983, este parque abarca la región de los montes Pirin, con cumbres que superan los 2.500 msnm, e incluye casi 200 lagos y otros 200 manantiales. Alberga algunos de los principales centros de esquí del país.
Dobarsko, un pueblo pequeño donde se mantienen vivas las costumbres tradicionales. Aquí es costumbre ser recibidos por “las abuelas cantantes¨, un coro local de abuelas que cantan canciones folclóricas, y poder conocer de cerca la cultura búlgara disfrutando de bailes folclóricos y degustando la comida tradicional más famosa del país, la “Banitsa”.
Bansko, pueblo situado en los montes Pirin, acoge el principal centro de esquí de Bulgaria, con pistas que alcanzan los 2.6000 msnm y que son muy concurridos por esquiadores locales, pero también internacionales. Su centro histórico habla de un pasado muy próspero, e incluye varios museos y un centenar de monumentos culturales de un periodo conocido como Renacimiento Nacional (siglos XVIII y XIX).
Melnik, diminuto pueblo cercano a la frontera con Grecia, Melnik es conocido por la calidad del vino que se produce en la zona y los espectaculares acantilados de arenisca blanca y amarilla que le rodean. También este es la ciudad más pequeña de Bulgaria.
Casa Kordopulova, de una arquitectura de belleza excepcional, inusitada para aquella época, ese edificio renacentista es uno los lugares de obligada visita en la villa museo.
Villa Melnik, una bodega familiar situada a unos 7 km al sur de Melnik, con 30 hectáreas de viñedos. La bodega ocupa el puesto #39 en el top 50 de los mejores viñedos del mundo 2020. La visita a la viña incluye una degustación de vinos.
Monasterio de Rozhen, espectacularmente situado sobre los acantilados que dominan la vista a Melnik, este monasterio conserva vidrieras de colores, murales de más de 200 años de antigüedad y tallas de madera.
Veliko Tarnovo y montes centrales
Esta gran región del centro del país es de gran importancia para comprender la identidad cultural y conciencia nacional búlgara, plasmada en una serie de sobresalientes sitios históricos y elementos arquitectónicos, la mayoría provenientes del periodo del Renacimiento Nacional de los siglos XVIII y XIX.
Veliko Tarnovo, con una historia de más de 5000 años, Veliko Tarnovo fue la capital medieval de los zares de Bulgaria. Rodeada de hasta 4 colinas boscosas entre las que serpentea el río Yantra, la evocadora ciudad conserva su espíritu medieval personificado en sus hermosas casas organizadas en forma de anfiteatro a orillas del rio. Sede de la universidad más prestigiosa de Bulgaria, la ciudad desprende un ambiente muy animado y abundancia de servicios y oferta de ocio.
Fortaleza de Tsarevets, es el monumento más icónico de Veliko Tarnovo, y uno de los más admirados de todo el país. Se encuentra sobre una de las colinas que rodean la ciudad, y ha sido utilizada como punto de defensa desde los tiempos tracios. En su interior hay restos de unas 400 casas, 18 iglesias y muchas casas residenciales, torres y puertas.
Monasterio de Preobrazhenski, muy cerca de Veliko Tarnovo, se trata de un precioso monumento arquitectónico y artístico de Bulgaria, fundado durante la época del Segundo Imperio Búlgaro, en los siglos XIII y XIV. Es además el cuarto monasterio más grande del país, y en interior se conservan valiosos frescos del siglo XIX.
Museo del Poblado Etnográfico de Etar, complejo de artesanos tradicionales, cuenta con unas 50 tiendas y talleres. El pueblo ilustra el modo de vida durante el período del Renacimiento Nacional Búlgaro y cuenta con casas típicas de estilo búlgaro, casas de artesanos, molinos y muchos más. Ofrece una buena oportunidad de comprar artesanía de calidad.
Arbanasi, histórico pueblo famoso por su monasterios y edificios históricos, sumando unos 100 en total. Su principal atractivo es la Iglesia de la Natividad, la más antigua y galante de valiosos frescos de mediados del siglo XVII. Aquí también es posible organiza un concierto a capela en privado.
Tren de vía estrecha por las montañas Ródope, el pequeño tren conecta la Llanura Tracia superior con el macizo Ródope atravesando un terreno sumamente pintoresco, serpenteando por los laberintos montañosos. El viaje entre las ciudades de Septemvri y Dobrínishte ha impresionado tanto a los británicos que le votaron en el Top10 en una encuesta del periódico The Guardian sobre los viajes en tren más pintorescos en Europa.
Tryavna, pequeño pueblo al sur de Veliko Tarnovo, su patrimonio proveniente del Renacimiento Nacional ha sido intensamente renovado con fondos europeos. Tryavna es especialmente conocida por la calidad de su artesanía, impulsada por su escuela de tallas religiosas de madera.
Casa Daskalova, en el año 1963, se abrió el único museo de su tipo de arte de tallado en madera, presentando el desarrollo de la escuela de tallado en madera más antigua del Renacimiento.
Monasterio de Troyan, es el tercer monasterio más grande de Bulgaria, y en su interior se conservan murales del famoso artista Zahari Zograf, principal muralista del periodo del Renacimiento Nacional.
Hisar, famoso por sus spas alimentados por manantiales de agua mineral, este pueblo de montaña también ofrece valiosos vestigios de edificios romanos, incluyendo un tramo de murallas romanas que se encuentran entre las ruinas romanas mejor conservadas del país.
Kazanlak, encantadora y vívida ciudad multicultural, Kazanlak es el punto de partida para visitar el Valle de las Rosas, donde se fabrica cerca del 70% de la producción mundial de aceite de rosa del mundo. Pero, sobre todo, Kazanlak es conocido por la presencia de la gran Tumba Tracia del siglo IV a.C., declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los frescos del pasadizo de entrada, y los murales de su cámara funeraria y su cúpula se encuentran en un inesperado buen estado de conservación.
Damascena, la primera destilería privada de rosas en Bulgaria, donde es posible explorar detalles sobre el famoso cultivo de rosas Damascena y la extracción de aceite de rosas. La visita incluye degustación de licor de rosa y mermelada de rosas, así como la oportunidad de seguir de cerca la tecnología de la producción del aceite y aprender sobre la historia de la rosa, sus propiedades y aplicación.
Costa del Mar Negro
Una buena parte del litoral búlgaro en el Mar Negro está consagrado a grandes resorts turísticos, al que acuden visitantes de todo el mundo, pero en esta región siguen existiendo ciudades, pueblos y parques de gran interés cultural que valen la pena visitar.
Burgas, ciudad portuaria que ofrece una buena base para visitar la mitad sur de la costa, y su centro urbano cuenta con suficientes sitios de interés cultural y de entretenimiento y ocio como para justificar una estancia.
Sozopol, pequeño y encantador pueblo de calles adoquinadas y casas de madera, Sozopol ostenta un par de muy buenas playas que le convierte en uno de los pueblos más populares de la costa búlgara.
Nesebar, pequeño pueblo situado en un peñón unido al continente por un istmo artificial, data de la época griega, antes de Cristo. Su casco antiguo alberga una serie de iglesias y otros edificios históricos de la época bizantina y del posterior periodo del Renacimiento Nacional.
Varna, tercera ciudad más grande de Bulgaria, y principal puerto del país, es un destino que ofrece una gran variedad de entretenimiento y sitios de interés cultural a visitar. En su centro se encuentran las ruinas de las termas romanas más grandes de Bulgaria, así como un interesantísimo Museo Arqueológico, con piezas de oro que datan desde hace más de 6000 años y puede que sean las más antiguas de su clase, y una serie de hermosas y bien mantenidas catedrales e iglesias antiguas.
Balchik, es una pequeña ciudad situada sobre un acantilado con vistas al mar Negro, que brilla por su impresionante belleza. Es famosa por la presencia del Palacio de verano de la reina romana María y de su Jardín Botánico.
Cabo Kaliakara, situado en el extremo norte del litoral, muy cerca de la frontera con Rumanía, es una península de 2 kilómetros de longitud que forma parte de la Vía Póntica, una ruta de aves migratorias entre Europa y África. Entre agosto y octubre se pueden observar cigüeñas y pelícanos, entre otras aves migratorias. En el mismo cabo se hallan también las de una fortaleza tracia.
Danubio y planicies del norte
La franja norte de Bulgaria está dominada por llanuras que anticipan el curso del río Danubio, la cual está salpicadas de esporádicas montañas y acantilados que rompen su monotonía y que acogen a varios parques naturales de gran belleza y valor natural. En general, se trata de una región muy poco visitada por los visitantes extranjeros.
Vratsa, emplazada a los pies de un profundo cañón, ofrece una atractiva vida urbana plasmada en terrazas, cafeterías y plazas, y una oferta cultural considerable personificada en el Complejo Etnográfico y del Renacimiento de Sveti Sofroni Vrachanski y la iglesia de Sveti Vaznecenie. Es una buena base para explorar el extremo occidental de esta región.
Monasterios de Lopushanski y Chiprovtsi, dos pequeños monasterios situados al oeste de Vratsa y muy cerca de la frontera con Serbia, suman su valor patrimonial a un entorno natural tranquilo y bellas vistas. En el pueblo de Chiprovtsi también se puede organizar un encuentro con la gente local y una demonstración de la creación de ¨alfombras de Chiprovtsi”
Vidin, en el extremo occidental de esta región, sobre la ribera del Danubio, esta ciudad fronteriza alberga el castillo de Baba Vida, el único castillo búlgaro conservado completamente desde la época anterior a la conquista otomana.
Belogradchik, la ciudad ganó fama mundial con la inclusión de las rocas Belogradchik en la votación para las nuevas Siete Maravillas del Mundo. En la zona de las rocas, cerca de la ciudad, también se encuentra la fortaleza Belogradchik, que desempeñó un papel importante en la defensa de la región a lo largo de los siglos.
Ruse, hermosa y elegante ciudad situada a las orillas del Danubio y, por lo tanto, en la frontera con Rumanía. Su interés y valor radican en su imponente arquitectura “vienesa”, y sombreadas plazas, ofreciendo una muy buena base para explorar le mitad oriental de la región.
Parque Natural Rusenski Lom, situado justo al sur de Ruse, es especialmente interesantes para ornitólogos y amantes de la naturaleza al albergar más de 170 especies de aves y 60 mamíferos. Además, concentra hasta 40 iglesias rupestres de una época medieval y hasta 300 cuevas horadas en roca. Entre todas ellas, destacan el Monasterio rupestre de Basarbovo, del siglo XIV, y el Monasterio rupestre de Ivanovo, del siglo XIII y construido en una cueva a 40 metros de altura. Sus frescos del siglo XIV están considerados entre los más bellos del país, lo que le ha valido ser incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.