Ciudad de Guatemala
(3,5 millones, 1533 metros)
Enorme y caótica, la capital de Guatemala es muchas veces ignorada por los visitantes extranjeros. Sin embargo, como toda gran ciudad y capital de un país, Ciudad de Guatemala alberga algunos puntos de interés que justifican una parada. Varios de sus principales atractivos se concentran en la Zona 1, específicamente alrededor de su Parque Central, clásico ejemplo de la ordenanza urbanística de las ciudades coloniales españolas, en cuyo contorno se encuentran el Palacio Nacional de la Cultura, imponente palacio presidencial abierto a las visitas, la Casa Mima, una casa-museo y centro cultural, y la Catedral Metropolitana, construida originalmente a fines del siglo XVIII y que ha sido víctima de una serie de incendios y terremotos.
En la Zona 10 de la ciudad se encuentran 2 de los mejores museos de la ciudad; el Museo Ixchel, alberga una excelente exposición de vestidos tradicionales indígenas y otros artículos de artesanía, y el Museo Popol Vuh, exhibe numerosas figuritas prehispánicas, quemadores de incienso y urnas funerarias. En la Zona 13 destaca el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, con la mayor y más valiosa colección de objetos mayas provenientes de muchos de los principales yacimientos arqueológicos mayas del país.
Antigua
(50.000 habitantes, 1545 metros)
Esta pequeña ciudad, antigua capital del país y centro del poder colonial español en Centroamérica durante más de dos siglos, es el destino más visitado por el turismo internacional. Aunque gran culpa de ello la tienen las escuelas de idiomas a las que cada año acuden miles de estudiantes norteamericanos queriendo aprender el Castellano, igualmente los encantos coloniales y paisajísticos de la ciudad justifican sobradamente su fama de ciudad de irresistible belleza y de imprescindible visita. Y, a todo esto, hay que añadir una oferta gastronómica sobresaliente de una amplia gama de opciones internacionales y locales.
En su apogeo, en los siglos XVII y XVIII, Antigua contaba con unas 40 iglesias, además de una universidad, imprentas y una animada escena política y cultural, pero tras el devastador terremoto de 1773 la ciudad fue abandonada. Tras varios intentos de restaurar la ciudad, la designación Antigua como Patrimonio de la Humanidad, en 1979, dio un impulso definitivo a su reconstrucción y a su nueva vida. Entre los lugares a destacar en Antigua se encuentra el Parque Central y sus alrededores, incluyendo la Catedral de Santiago, el Palacio de los Capitanes Generales y el Palacio del Ayuntamiento.
El Arco de Santa Catalina, construido en el 1694 para que las monjas cruzaran la calle sin ser vistas, es el monumento más icónico de la ciudad, mientras que la Iglesia de la Merced es una de las iglesias más bonitas del país y no hay que perdérsela. Además, entre muchas otras iglesias y conventos dignos de mencionar y de visitar, destacan las ruinas de la Iglesia y Convento de Santo Antonio, fundada originalmente por los Dominicos en el 1542, y que tras varios terremotos terminó derrumbándose y luego saqueada. Sin embargo, tras estar bajo protección desde 1970, el yacimiento ofrece una visita de mucho interés por las ruinas de la iglesia y convento, y el acceso a seis museos en su interior; el Museo de la Platería, Museo Colonial, Museo Arqueológico, Museo de Arte Precolombino y Vidrio Moderno, Museo de Artes y Artesanías y el Museo de la Farmacia.
A los atractivos urbanísticos de la ciudad, hay que agregar el impresionante paisaje que rodea a la ciudad, personificado en tres grandes volcanes que dominan el horizonte; Agua (3766 metros), Acatenango (3975 metros) y Fuego (3763 metros). Estos volcanes ofrecen el desafío de ascenderlos, solo a quienes cuentan con las condiciones físicas adecuadas. Otros sitios de interés en los alrededores de Antigua serían la localidad de Jocotenango, que ofrece una visión menos turística a la vida rural de los guatemaltecos, Ciudad Vieja, donde se asentaron los sobrevivientes de la riada de 1541 que destruyó la capital original de la capitanía General de Guatemala, y San Juan Comalapa, una localidad de artesanos y pintores, entre cuyas obras resaltan las pinturas populares primitivas.
EL ALTIPLANO
Es la región que se extienda al oeste de Antigua, y abarca hasta la frontera con México, por el oeste y norte. Abarca varios de los sitios más simbólicos del país, y es probablemente la zona del país en que la identidad maya está más arraigada.
Lago Atitlán
(1560 metros de altitud)
Destino obligado de cualquier visita a Guatemala, el lago de Atitlán es el lago más profundo de Centro América, y el tercero más grande de Guatemala (18 km de longitud), pero sobre todo son la belleza de su entorno natural y la apacible y mágica atmósfera de los pueblos que existen a su alrededor, lo que maravilla a los visitantes. Como si esto no fuese suficiente, en los márgenes del lago se alzan tres grandes volcanes que despliegan un inigualable telón de fondo a las aguas del lago; Atitlán (3.537 metros), Tolimán (3.158 metros) y San Pedro (3.020 metros).
Panajachel
(15.000 habitantes)
Es el más que probable punto de acceso al lago Atitlán, y donde se concentra la parte mayor oferta de servicios turísticos de todo el lago. Sin embargo, si se quiere disfrutar de mayor tranquilidad y silencio, pero también de la posibilidad de conocer la vida de la gente de la zona, hay mejores opciones para pasar el día o , incluso, varios días; Santiago Atitlán
es la mayor comunidad del lago (55.000 habitantes), y tiene una fuerte identidad indígena. Aquí hombres y mujeres se enorgullecen de continuar con las tradiciones del pueblo Zutujil, lo que incluye el llevar a diario sus coloridas faldas y huipiles bordados con flores y aves. Su colorido mercado cobra especial interés los días viernes y domingo; San Pedro La Laguna
se sitúa a los pies del volcán San Pedro, y por su ambiente apacible, tradicional y despreocupado, se ha convertido en el pueblo preferido por mochileros y viajeros de largo aliento; San Juan La Laguna, a tan solo 2 km de San Pedro, este pueblo es menos visitado y, por lo tanto, un lugar más tranquilo para disfrutar de la vida cotidiana local y observar la intensa actividad artesanal que se desarrolla, sobre todo en el ámbito de la pintura y el tejido a telar; San Marcos La Laguna
es otro hermoso pueblo que reúne a la mayor parte de los visitantes con intereses esotéricos y holísticos que visitan el lago, y es un lugar ideal para la combinar la práctica de alguna terapia con la conviencia con la cultura tradicional del lago.
Sololá
(156.000 habitantes)
Antigua y próspera ciudad chaquitel situado en la histórica ruta comercial entre las tierras bajas (costa del Pacífico) y el Altiplano, su animado y extenso mercado bien vale la pena una visita, especialmente los días martes y viernes, día de mercado semanal, cuando a la ciudad acuden habitantes de los pueblos cercanos al lago Atltán vistiendo sus coloridas tenidas tradicionales, y el centro de la ciudad se transforma en un inmenso mercado de todo tipo de productos domésticos.
Chichicastenango
(175.000 habitantes, 2172 metros)
Rodeada de montañas, a solo 40 km al norte del lago Atlitán, esta mágica ciudad parece haberse quedado anclada en el tiempo, alejada del resto del país, sobre todo cuando la niebla cubre sus estrechas calles adoquinadas. Fuerte bastión de la cultura chaquitel, sus lugareños son famosos por su apego a las creencias y ceremonias precristianas, y es común ver a sus cofradías portando la imagen de los santos en procesión. “Chichi” cobra un cariz especial los días jueves y domingos, días en que se organiza uno de los mercados más grandes y pintorescos del país, cuya visita es valorada por muchos como una de las experiencias más extraordinarias de su viaje por el país.
Santa Cruz del Quiché
(130.000 habitantes, 1979 metros)
Situada a solo 20 km al norte de “Chichi”, esta ciudad ofrece una experiencia más auténtica a la vida rural del Altiplano, y su mercado de los jueves y domingos representan una alternativa menos comercial que la de “Chichi”. Justo a las afueras de la ciudad se encuentran las ruinas de antigua ciudad maya quiché de Guamarcaaj, un lugar sagrado para la comunidad indígena hasta el día de hoy. En el sitio arqueológico hay unas 80 estructuras catalogadas, aunque solo es posible acceder a algunas de ellas.
Nebaj
(106.000 habitantes, 2000 metros)
A otros 80 km al norte de Santa Cruz del Quiché, Nebaj forma parte de un triángulo de cultura Ixil, una zona de unos 2300 km² que abarca los pueblos de Santa María Nabaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, además de una docena de pueblos y aldeas más pequeñas. Las mujeres del pueblo Ixil son conocidas por llevar trenzas de colores, huipiles y chales con motivos de animales. Además del interés por conocer la cultura y tradiciones del pueblo Ixil, Nebaj es principalmente visitada para servir de base a excursiones de senderismo por el asombroso paisaje rural de las montañas de la región.
Quetzaltenango
(167.000 habitantes, 2365 metros)
Situada a unos 90 km al noroeste del lago Atlitán, durante los últimos años la ciudad se ha ido haciendo un espacio entre los extranjeros en busca de una ciudad donde vivir con las comodidades del mundo moderno, pero conservando las bondades de una ciudad pequeña, amigable y segura, pero que además ofrece una gran variedad de sitios de interés en su interior como en su entorno próximo dominado por un hermoso paisaje volcánico.
Entre las visitas más recomendadas se encuentran las aguas termales de las Fuentes Georgianas, las sagradas riberas de la laguna Chicabal
(2712 metros), los mercados de los pueblos de Zunil
(lunes), Totonicapán
(martes y sábado), San Franscisco el Alto
(viernes) y Momostenango
(domingo y miércoles). Por último, vale destacar que este Quetzaltenango es el punto de partida de la ascensión a la cima del volcán Tajumulco, que con sus 4.222 metros de altitid es lacumbre más alta de Guatemala y de todo Centroamérica, así como de una ruta de senderismo de hasta tres días hasta el lago Atlitán.
CENTRO Y ESTE DE GUATEMALA
Esta es probablemente la región geográficamente más diversa de Guatemala, abarcando desde el límite oriental del Altiplano (desde Antigua o Ciudad de Guatemala) hasta la costa del Caribe, y hasta el límite sur del Petén.
Cobán
(280.000 habitantes, 1329 metros)
A poco más de 200 km al norte de Ciudad de Guatemala, Cobán se ha convertido en un destino muy popular por la calidad y amplitud de su oferta culinaria, hotelera y de actividades. Antaño hogar de grandes fincas productoras de café y cardamomo en manos de terratenientes de origen alemán, Cobán aún mantiene un aspecto de una agradable ciudad de montaña propia de los Alpes. En definitiva, se trata de una buena base para visitar algunos atractivos cercanos en excursiones diarias. Uno de estos lugares de interés son las grutas de Lanquín, las cuales penetran por varios kilómetros de profundidad y las cuales se pueden visitar con precaución y asistencia, mientras que el otro sector de gran interés y belleza es Semuc Champey, donde se hayan una sucesión de pozas escalonadas y aptas para el baño, en medio de un entorno natural de enorme belleza. Un puente natural de piedra caliza de 300 metros da acceso a las pozas, cuyas aguas cristalinas varían del color esmeralda al turquesa, mientras que abajo corren las aguas bravas del río Cahabón
Parque Nacional de Candelaria
Un poco más alejado de Cobán, a unos 100 km al norte, se encuentra este impresionante entramada de túneles y cuevas subterráneas que alcanza hasta los 22 km de extensión. Las dimensiones interiores son realmente impresionantes; su cámara principal alcanza unos 30 metros de altura y tiene unos 200 metros a ancho, y existen estalagmitas que superan los 20 metros de largo. En el interior de algunas cuevas se pueden apreciar plataformas y escaleras excavadas por los mayas quichés de la zona, que utilizaron este lugar para celebran ritos y ceremonias ancestrales. Existen varios accesos, siendo el Mico el sector probablemente más impresionante de todos, mientras otros incluso ofrecen la posibilidad de recorrer parte del trayecto practicando tubing.
Copán (Honduras)
Aproximadamente a 250 km al este de Ciudad de Guatemala, cruzando la frontera hacia el interior de Honduras, las ruinas mayas de Copán. Sin duda se tratad de uno de los centros ceremoniales, artísticos y científicos más importantes de esta antigua cultura prehispánica, y más concretamente de su periodo clásico. La ciudad-Estado de Copán fue fundada en el siglo V y, por razones hasta hoy desconocidas, abandonada hacia el año 850. En su época de mayor prosperidad y esplendor llegaron a vivir en ella 30.000 personas. Como en la mayor parte de las ruinas mayas, está excavado entre un 5% y un 10% de su extensión total; aun así, el conjunto del parque arqueológico impresiona muchísimo y resulta imperdible. Patrimonio Mundial desde el año 1980, Copán es un fabuloso conjunto de edificios residenciales, foros, juegos de pelota, templos, pasajes subterráneos y abigarradas estelas de piedra con formas orgánicas. Se estima que sus restos se extienden en una superficie de casi 25 kilómetros cuadrados, aunque la visita se realiza en una zona que no sobrepasa un kilómetro. Antes de visitar el sitio arqueológico es muy recomendable visitar algunos museos situados en el pueblo de Copán, empezando por el Museo Digital, que recrea en un tour virtual en 3D los asentamientos y la vida maya, siguiendo con El Museo de Arqueología, donde se reúnen multitud de objetos y utensilios mayas encontrados aquí, y acabando con el Museo de Escultura, el cual alberga una impresionante colección de más de 3.000 piezas y fragmentos de templos de la célebre ciudad-Estado.
Quiriguá
Apenas a 50 km lineales al norte de Copán (210 km al este de Ciudad de Guatemala), el Yacimiento arqueológico de Quiriguá se sitúa a orillas del río Motagua o Río Grande, el cual fue una antigua ruta de comunicación importante para los Mayas. Quiriguá, junto con la ciudad de Copán, se ubican en la periferia sureste de las tierras bajas mayas. La antigua ciudad Maya de Quiriguá se caracteriza principalmente por sus majestuosas estelas, las más grandes y mejor conservadas del Mundo Maya. Originalmente la ciudad estaba bajo el dominio de la dinastía de la ciudad de Copán, pero en 738 d.C. la dinastía de Quiriguá logró independizarse e incluso subyugar a la dinastía de Copán y fue cuando la ciudad alcanzó su esplendor. La mayoría de las construcciones monumentales y la Acrópolis, así como las estelas, fueron erigidas durante los siguientes 60 años de reinado de la nueva dinastía de Quiriguá, dinastía que dominó en la región del río Copán y Río Motagua. En este contexto histórico se talla la Estela E, la cual, con 10 metros de altura y 55 toneladas de peso, constituye la escultura más grande de todas las ubicadas en la Gran Plaza, espacio ceremonial donde se puede apreciar la excepcional colección de monumentos escultóricos del parque que incluye altares zoomorfos de excepcional calidad artística, razón por la cual fue declarado en 1981 Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO. El Parque Arqueológico de 34 hectáreas de extensión protege un remanente importante de selva tropical lluviosa, que lo convierte en un último refugio para especies silvestres propias de la zona. Fue declarado como Monumento Nacional en 1970 y Parque en 1974.
Lago Izabal
El lago más grande de Guatemala se encuentra a unos 250 km al noreste de Ciudad de Guatemala, y podría decirse que sirve de antesala a la costa del Caribe de Guatemala. El lago ofrece gran variedad de excursiones y actividades acuáticas, y durante los últimos años se ha ido haciendo un lugar en los circuitos turísticos, en gran medida gracias a la nueva carretera que conecta esta zona caribeña con la región norteña del Petén. En su extremo occidental, el lago alberga el Refugio de Vida Silvestre de Bocas del Polochic, situado sobre el delta del río Polochic, el principal afluente del lago. Paseos a pie, en canoa o en lancha permiten recorrer humedales y observar multitud de aves (hay unas 300 especies), monos (principalmente aulladores), mariposas, caimanes e incluso manatís. En el extremo opuesto, el pueblo de Río Dulce es el destino más popular y desarrollado para visitar el lago y disfrutar de las actividades acuáticas disponibles. Especialmente recomendables son las navegaciones por el lago Itzabal, pero también río abajo, donde entre una exuberante naturaleza se termina por alcanzar la costa del mar Caribe.
Livíngston
(7.000 habitantes)
Sin duda se trata del lugar más singular y único de todo Guatemala, en el que predominan los colores, música, cultura y sabores del pueblo Garifuna, descendientes de los esclavos africanos que fueron traídos a la fuerza para trabajar en estas tierras caribeñas. El ambiente distendido, simpático y divertido, junto a las playas, son los principales atractivos de este remoto enclave de Guatemala. Sin embargo, para encontrar buenas playas hay que salir del pueblo y aventurarse por la zona costera, lo que a sui vez abre la puerta a aventurarse por los senderos que se dirigen al interior selvático de la zona. Lo mejor es contratar un tour organizado.
PETÉN
El tercio norte de Guatemala, que alcanza hasta la frontera con México al Oeste y Norte, y con Belice al Este, es la menos poblada, la más selvática y la que mayores posibilidades ofrece para quienes buscan un poco de exploración de rincones remotos.
Sayaxché
(147.000 habitantes, 135 metros)
Situada a orillas del río La Pasión, el atractivo de esta ciudad radica principalmente en su cercanía a una serie de yacimientos arqueológicos mayas, como son Aguateca y Ceibal, entre otros, además de otros sitios de interés a lo que muy a menudo se puede acceder mediante el río y sus afluentes. El Cráter Azul
es un precioso afloramiento de agua cristalina al que se llega navegando durante 90 minuitos a través de diversos e interesantes paisajes, permite darse un baño inolvidable rodeado de una naturaleza exuberante. Las ruinas de Aguateca, a las que se llega tras casi dos horas en lancha por el río Petexbatún, flanqueado de manglares, es el más accesible de la zona. Sin embargo, el emplazamiento de las ruinas, protegidas por profundos precipicios y divididas por un barranco flanqueado por un puente de piedra original, resulta espectacular a la vez que fascinante, en especial considerando la altura sobre la cual fue construida la ciudad y este corto pero macizo puente. Ceibal, capital de un imperio independiente que prosperó gracias al dominio sobre el comercio que circulaba por el río La Pasión, se encuentra sobre un estratégico enclave a orillas del río, y su acceso permite disfrutar de uno los parajes más hermosos de la región, ofreciendo además múltiples oportunidades para realizar senderismo. Se estima que la población de Ceibal alcanzó los 10.000 habitantes bajo el dominio de los mayas putún, comerciantes y guerreros, durante su florecimiento alrededor del 700 y 900 d.C. Su nombre hace gala a la magnificencia de la Ceiba, majestuoso árbol de gran importancia para los mayas y actual símbolo nacional de Guatemala, y cuyos enormes ejemplares aún se encuentran en los alrededores.
Flores y Santa Elena
(75.000 habitantes, 118 metros)
La encantadora ciudad-isla de Flores evoca a una ciudad flotante, al estilo Venencia, pero esta vez en medio de las aguas esmeraldas del bucólico lago Petén Itzá. Una calle asfaltada, de medio kilómetro, la une a tierra firme, donde la población de Santa Elena acoge toda la actividad comercial de ambas ciudades, a las cuales se suele unificar llamándolas simplemente como Flores. Además de las apacibles calles y plazas de Flores, la ciudad es indiscutiblemente la mejor base para explorar la mitad norte del Petén, donde proliferan docenas de yacimientos arqueológicos mayas de interés, los cuales presentan distintos grados de dificultad para alcanzarlos.
Tikal
(65 km al norte de Flores)
Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979, Tikal es el mayor yacimiento arqueológico maya de América. Pero Tikal no solo fue una de las ciudades mayas más grandes y antiguas, sino también un ejemplo muy representativo del auge y la enigmática caída de esta civilización durante su período clásico, entre los siglos III y X. Procedentes del altiplano de Guatemala, los antepasados de los mayas emigraron hacia el Petén en el II milenio a. C. A su paso fundaron aldeas, algunas de las cuales se transformarían siglos más tarde en las primeras ciudades de la cultura maya. Una de ellas fue Tikal, situada en el corazón del bosque tropical del Petén, y habitada desde 800 a. C.
El asentamiento creció en población y extensión y, hacia 200 a. C., se construyó en una colina rodeada de ciénagas una vasta plataforma de piedra, la Gran Plaza. Sobre esta base se alzaba el núcleo de la ciudad maya, un gran complejo de acrópolis y templos-pirámide. A principios del siglo I d. C., los primeros gobernantes de Tikal establecieron en las plataformas y pequeños templos piramidales de la acrópolis norte el centro ceremonial de la ciudad, escenario de los ritos cívicos y religiosos que contemplaba el pueblo desde la Gran Plaza, mientras que la acrópolis central reunía los palacios de las clases dirigentes y los edificios administrativos. Las seis grandes pirámides de la ciudad, coronadas por templos, fueron construidas con su aspecto actual en los siglos VII y VIII y alcanzan una altura impresionante, entre 43 y 70 metros.
Convertida en una de las más de sesenta ciudades-estado que caracterizaron la organización territorial de los mayas, Tikal alcanzó su apogeo entre 550 y 900 d. C., cuando llegó a ocupar un área de 60 km2 y tener hasta 200.000 habitantes, según algunos autores. En definitiva, incluir la visita a Tikal en cualquier viaje a Guatemala es imprescindible, al igual que dedicar suficiente tiempo para comprender a cabalidad su grandeza y proceso de creación, apogeo y decadencia.
Uaxactún
A apenas 25 km al norte de Tikal, esta ciudad maya rivalizó con Tikal durante un largo periodo, a finales del periodo preclásico, hasta que en el siglo IV quedó sometida al poderío militar y político de su vecina durante siglos. Su visita bien vale la pena
Yaxhá
Yaxhá fue una población maya bastante considerable del periodo clásico. Se sitúa en medio de una densa selva, justo a orillas de la laguna Yaxhá. De hecho, Yaxhá significa justamente “agua y verde”, haciendo referencia a la laguna y a la selva circundante. Las ruinas de Yaxhá forman parte del Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, un área de 350 km² que protege tanto al parque arqueológico de Yaxhá como también a los yacimientos de Nakum, Naranjo y Tapoxté, así como a todo el ecosistema que los rodea, incluyendo bosques, ríos y lagunas. Justamente esta conjunción entre arqueología y naturaleza es uno de los alicientes para visitar Yaxhá, a donde no llegan muchos visitantes producto además del deficiente del camino de acceso. Con todo, este es uno de esos lugares mágico que se suelen visitar en total privacidad, solo acompañados por los gritos de los monos aulladores.
COSTA DEL PACÍFICO
La franja costera queda separada del Altiplano por una cadena de volcanes, y aquí el clima es marcadamente más caluroso que en el interior. Se trata de una región más humilde, cuyas fértiles tierras albergan extensos cafetales, plantaciones de palmeras aceiteras y caña de azúcar, pero donde la infraestructura turística es muy militada y permanece sin apenas desarrollo.